El Festival Internacional de Cine Fantástico El Grito concluyó su quinta edición con la satisfacción de los participantes, que vivieron una experiencia única y una oportunidad de disfrutar de un festival dedicado al cine de género, que escasea en las salas del país.
Constituyendo un punto de encuentro ideal entre los espectadores y los creativos audiovisuales, se pudo apreciar todo el proceso del festival, desde la logística hasta la curaduría, la selección de largometrajes, videos musicales y los cortometrajes que se proyectaron, demostrando de esta manera, la calidad y el talento del cine venezolano.
Esta edición 2023, contó con la presencia de realizadores venezolanos en competencia. Entre ellos, Omar Arteaga (Maracaibo) director del cortometraje ‘Ayer será igual que mañana’; también el tachirense Wryan García, director de ‘Caso 73’, una coproducción entre Venezuela y Colombia. Y junto a ellos, Carmen Rivas, productora del film ‘Knoche y los secretos de Buena Vista’ (Caracas), y Gabriel Varela, director del videoclip animado ‘Livin the life’, para la banda canadiense Manic Drive.
Desde Mérida, también asistieron los realizadores Fabrizio Quintiliani director del cortometraje ‘Minos’; Óscar Lopera creador de ‘Karada’, Ricardo Zambrano director del filme ‘Heridas abiertas’, junto a la actriz Jackeline Cipriani.
Voces unidas
El evento también fue una ocasión para dar a conocer y difundir la cultura de diferentes estados del país, y para impulsar la visualización de los proyectos de los cineastas locales, que encontraron un espacio para expresar su visión y su creatividad. La ventana que presenta El Grito, representa apoyo y exposición para los talentos nacionales a nivel internacional, siendo parte de la Alianza Latinoamericana de Festivales de Cine Fantástico FANTLATAM y la Red Iberoamericana de Festivales de Cine REDIBEROFEST.
Los cineastas venezolanos participantes manifestaron que el festival despertó la nostalgia a través de la proyección de sus proyectos en lugares donde no estaban acostumbrados y que, para algunos, era como regresar a casa por la familiaridad que les transmitían.
Se materializó la expectativa común de llevar al público sancristobalense y a los espectadores asistentes en general, las historias contadas a través del arte audiovisual, en el marco del festival como plataforma para la cultura y para construir un cine con conciencia social. Porque, a fin de cuentas, generar un proyecto y exponerlo es la magia que confiere el cine.
Se comparte la esperanza viva de que cada año el Festival Internacional de Cine Fantástico El Grito continúe conquistando espacios donde el cine se transforma en una ventana para la visión artística de los creadores.
(Aurora Sánchez / Rhonny Roche Becerra / Prensa Festival El Grito)