Historias y talento audiovisual en Celumetraje

Por más de 100 años desde el arte audiovisual hemos conocido infinidad de historias de corta y larga duración, partiendo del cinematógrafo, pasando por el desarrollo del celuloide, hasta llegar a las actuales tecnologías de cine digital. Gracias a los avances técnicos de los últimos tiempos, los realizadores de esta época tienen la oportunidad de crear a través de un nuevo movimiento: el Celumetraje.

Con la llegada de los teléfonos celulares más sencillos y ahora con el uso de los teléfonos inteligentes (Smartphones), se empezó a contar con cámaras de video incorporadas, lo que dio mayores posibilidades a realizadores como Jimmy Castro, talento venezolano quien a la fecha continúa construyendo una nutrida filmografía, con participación en múltiples festivales de todo el mundo, donde esta modalidad ocupa un lugar cada vez más notorio.

Desde la Convocatoria 2021 del Festival Internacional de Cine Fantástico y Horror EL GRITO, se invita a participar con celumetrajes realizados desde el 2019 en adelante, con una duración no mayor a 25 minutos, mostrando narrativas relacionadas al horror, ciencia ficción, suspenso, realismo mágico, humor negro, gore, slasher y afines.

Jimmy Castro: Narrando con proyección internacional

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El Festival de Cine El Grito nació en el año 2019, y desde esa primera edición se tuvo la participación de cineastas de todo el mundo. Entre ellos destacó Jimmy Castro, licenciado en artes, mención cinematografía, egresado de la Universidad Central de Venezuela UCV, con experiencia previa en teatro, escritura de cuentos y promotor del celumetraje como producto audiovisual en tendencia.

(Fotografía Cortesía El Universal)

¿Cómo fueron tus inicios como director de cine?

Siento mucha pasión por contar historias a través del medio audiovisual. Dentro de la universidad tuve la oportunidad de hacer prácticas en cada una de las cátedras, y también por fuera de ellas a modo de práctica adicional y de exploración. También, al final de la carrera ya había conectado con varias casas productoras y de publicidad. Así terminé de aprender de forma práctica muchas de las cosas ya había aprendido de forma teórica.

¿Cómo fue tu acercamiento a la realización de celumetrajes?

Inicialmente veníamos con la experiencia de trabajar con videocámaras, habitualmente con las de alta definición. Con la situación socioeconómica de Venezuela, que acentúo la falta de recursos disponibles, nos vimos impulsados a investigar más posibilidades y conocer todo un movimiento internacional de realización de cortometrajes con teléfonos celulares.

También motivados por una gran cantidad de festivales que reúnen producciones audiovisuales realizadas con celulares, mi equipo y yo culminados a principios de 2019 el cortometraje ‘Cala’. Creado en principio para atender a una convocatoria del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), ya ha logrado un recorrido en 16 muestras internacionales.

¿Cuáles son las indicaciones técnicas a tomar en cuenta para un celumetraje?

Debemos tener en cuenta la resolución, dimensiones, disposición, formato de reproducción internacional para asegurar el mínimo de calidad, atendiendo por supuesto, la coherencia narrativa requerida. La mayoría de los festivales requieren que las obras alcancen una calidad Full HD (Alta Definición Completa), especificación técnica que ya poseen los actuales teléfonos de gama media. En cuanto al sonido, hemos tenido la fortuna de trabajarlo a parte, y también utilizando los propios celulares para la grabación del mismo, cuidando la calidad captada.

¿Cuál el alcance de la tecnología disponible hoy en día?

Gracias a la carrera tecnológica de las compañías fabricantes de celulares, los teléfonos de gama media actuales hace pocos años eran los de gama alta. Con un teléfono celular de gama media se tiene suficiente calidad de imagen para producir un cortometraje que cubra los estándares internacionales. Y cuando se aspire a grabar a una más alta calidad, ya existen los teléfonos con cámaras con resolución 4k, teniendo muy en cuenta que a mayor calidad de grabación, mayor es el requerimiento técnico para el equipo de edición.

Cortometraje ‘Intervalo’

¿Primero el celular o primero el guion?

El celular es el dispositivo que estamos usando actualmente para reducir costos. La realización de audiovisuales con celular, se puede enriquecer con una serie de complementos técnicos para el movimiento de la cámara, lentes, iluminación y sonido profesional, también con el posible uso posterior de efectos especiales.

Si bien en cierto el cine puede ser un espectáculo lleno de recursos, lo que siempre atrapa al público es la historia. Esa siempre debe ser la base de la película. El celular es el dispositivo de captación de la imagen, y no se le debe restar importancia a lo primordial: la historia. Así, le sacamos el máximo provecho a la disponibilidad técnica en función de la historia que queremos contar.

¿Cómo ha sido la experiencia con esta forma de grabación?

Partiendo de convocatorias internacionales que invitan a crear trabajos que van de 15 segundos en adelante, creamos el cortometraje ‘Knocking Door’. Con este tiempo de metraje, se plantea otra forma diferente de contar la historia, con el giro sorpresivo aún más rápido, ganando al mismo tiempo una calidad de imagen óptima gracias a las ventajas técnicas.

¿Cómo es el mercado audiovisual que te has encontrado?

Para el cortometraje como producto, no hay mercado tan amplio que vaya a producir un retorno económico. Sin embargo, hoy en día los cortometrajes son productos audiovisuales de muy alto valor, pues sirven primeramente como tarjeta de presentación para los realizadores, logrando tener un respaldo de participaciones en festivales en todo el mundo. Este punto representa un agregado que valida la calidad de la obra, desde la narrativa, recursos técnicos y puesta en escena de lo todo lo que se ve en pantalla.

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¿Con qué plataformas se cuenta?

Hay países donde es posible colocar el producto en salas de cine, dependiendo de los mercados de distribución y los exhibidores del material. También se tiene la vía de los canales de televisión, las plataformas de streaming, y el mencionado el recorrido por festivales. Este circuito le dará renombre al producto. A más selecciones oficiales, adquiere más valor en cuanto a la calidad y alcance de las audiencias. Los mercados están. Hay que dedicar muchas horas en trabajo de distribución para lograr un mayor alcance de los productos audiovisuales.

¿Qué tipos de historias conforman tu filmografía?

El género que más me gusta trabajar es el suspenso, el terror y el horror. Es una pasión que me ha acompañado toda la vida. Sin embargo, no he dejado de explorar otros géneros. El terror me permite explorar la parte psicológica de los personajes, siempre partiendo de una base dramática apuntando hacia lo fantástico.

¿Cuáles han sido tus principales referentes?

Una de mis grandes influencias viene del escritor estadounidense, Howard Phillips Lovecraft, cuyo género es el horror cósmico. También la obra de Edgar Allan Poe, desde el suspenso y el terror, desde la parte más oscura del alma humana. Y combinar el sentido de lo fantástico latinoamericano desde la obra de autores como Julio Cortázar.

Es más lo que se mantiene oculto y en misterio, que lo que conocemos. Desde el imaginario colectivo, por ejemplo en Venezuela, tenemos muchos cuentos folclóricos como el Silbón o la Sayona. Todo esto nos permite tomar la riqueza cultural que tenemos para desarrollar líneas narrativas propias. En mi escritura busco impresionar al lector y en este caso, al espectador, presentando algo que no sea lo esperado, y desde una óptica que no sea la misma siempre.

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Entre los cortometrajes que ha realizado, están ‘Cala’, ‘Knocking door’, ‘La Despedida’, ‘Tragedia’, ‘Sola’, ‘Atrapados’, ‘Silvia y sus Amigas ‘, ‘Desconectado’, ‘Intervalo’, ‘En silencio’, ‘Hasta la clandestinidad’. Han participado en diferentes festivales alrededor del mundo, en países como Canadá, Australia, Alemania, Reino Unido, Brasil, Perú, Chile, Montenegro, Rusia, Venezuela y más.

Actualmente, Jimmy Castro prepara un documental celumetraje de 30 minutos de duración, y su primer largometraje.

(Rhonny Roche Becerra / Hassler Salgar)