Una cinta que separa opiniones entre la audiencia, donde el gore, la violencia extrema y un toque de comedia negra, son esenciales para darle vida a un relato retorcido de la mano del guionista debutante G.O. Parsons. La dirección está a cargo de Kevin Lewis, pero lo esencial y que hace tan interesante esta película emerge del rol de Nicolas Cage.
Willis Wonderland nos lleva a un pueblo remoto, donde solamente reside un puñado de habitantes. Por mala suerte del destino, un forastero se queda varado en el pueblo luego de que su auto se haya averiado. Obligado a quedarse en ese lugar olvidado, nuestro protagonista se ve en la tarea de hacer mantenimiento a un local para niños para costear la reparación de su carro, pero este lugar oculta un pasado macabro.
La estética que plantea Lewis es acertada para el crew que maneja. Tenemos un Nicolas Cage que da una actuación despreocupada pero que no deja de ser genuina, con algunas semejanzas con “Mandy” y “Drive Angry”, pero solo si nos basamos puramente en la violencia bruta. El resto del elenco cumple su trabajo, dado que el enfoque nunca va para ellos, pero cumplen el objetivo de dar una atmósfera de lo ingenuo.
La historia que decide contar Parson puede resultar familiar para muchas personas, y es que es prácticamente similar a los juegos de PC que llevan el nombre de “Five Nights at Freddys”. Esta es una saga que hasta la fecha continúa: empezó en el 2014 y su historia se centra en un guardia de seguridad que tiene la tarea de custodiar un parque de atracciones para niños, parecido para los americanos lo que es un Chuck E. Cheese, y para los venezolanos se asemeja más a un Divercity.
Lo que diferencia a Willis Wonderland con este videojuego, es que este filme viene con un plot twist, que es donde brilla Nicolas Cage, brindando un papel salvaje y que no tiene necesidad de muchas palabras (o ninguna para ser más exactos).
En cierta forma, esta película comparte semejanzas con el tradicional estilo de slasher, muy típico de la era de los 80. No necesita mucha explicación, simplemente te adentras en el mundo y como dice el dicho venezolano “como vaya viniendo, vamos viendo”, y cuando me refiero a esto no lo digo como algo malo.
Willis Wonderland no es una película para los escépticos, tienes que entrar a esta historia con una mente abierta y sin prejuicios, ya que estamos hablando de otra de las entregas de Cage pero de clase B, que por lo general suelen tener guiones flojos y con premisas predecibles o antes vistas.
Aunque este no es el caso de Willis Wonderland, nos tenemos que preguntar ¿Es perfecta? No, al asemejarse en una historia tan popular pone en duda la creatividad del cuerpo técnico. Pero a su vez, hay que aplaudir el hecho de que hayan apostado por una propuesta tan arriesgada y de este estilo. Vale la pena verla y analizarla.
Óscar Sayago (Colaborador de El Grito)